por The Ayurveda Experience diciembre 16, 2015
En Ayurveda, observamos las primeras etapas del desequilibrio o la enfermedad en el cuerpo emocional y la mente. Con el tiempo, si no se aborda el exceso de vata, pitta o kapha (o una combinación de ambos), el desequilibrio se extenderá a nuestro cuerpo físico. La puerta de entrada al cuerpo es el sistema digestivo. Por eso todos tenemos una respuesta intestinal clara al estrés e incluso respuestas intestinales específicas ante situaciones específicas.
Como nuestro cerebro está tan ocupado con los mensajes de texto, Facebook y todo tipo de maravillosos estímulos, a veces no evaluamos realmente cómo nos sentimos. Muchos nos acostumbramos a sentir un nivel básico de ansiedad o presión por hacer las cosas, y de hecho recalibramos nuestra interpretación de esa experiencia para que sea normal. Por suerte, (aunque en ese momento no parezca afortunado), nuestro instinto no nos juega este tipo de juegos mentales.
Si hay demasiada ansiedad, estimulación o sobrecarga en su vida, tendrá gases o evacuaciones irregulares (con tendencia al estreñimiento o a sentir movimientos intestinales incompletos en momentos variables).
Si tienes muchos conflictos internos sobre tu situación vital (dificultad para digerir tu situación en cualquier aspecto de tu vida), tendrás baja capacidad digestiva. Esto significa que, aunque comas sano u orgánico, tu cuerpo no puede aprovechar eficazmente todos los beneficios y la energía de los alimentos. Podrías presentar deficiencia de vitamina D incluso con una dieta rica en vitamina D (o B12, o hierro).
¿Demasiada crítica (incluso autoimpuesta), perfeccionismo y estancamiento en lo que debería? Bueno, eso suele manifestarse en heces blandas con un olor acre.
Por supuesto, hay muchas maneras en que podemos ver cómo las emociones afectan el sistema digestivo, y estos son solo algunos ejemplos. Además, pueden presentarse combinaciones de emociones recurrentes que se manifiestan como diversos síntomas digestivos (como en el síndrome del intestino irritable).
No quiero abrumar a nadie con una lista interminable de posibles síntomas digestivos. Más bien, espero que después de leer esta publicación, puedas dedicar un tiempo a prestar atención a cómo responde tu sistema digestivo a ciertas personas, situaciones y alimentos, y luego ver si puedes identificar algunas de las sensaciones asociadas con esa respuesta.
Te prometo que encontrarás patrones.
Estos patrones son una comunicación de tu cuerpo y son un mensaje funcional: algo necesita cambiar .
Si tienes una digestión óptima (1 o 2 deposiciones bien formadas y fáciles a la misma hora cada día; una por la mañana al despertar; sin gases ni hinchazón; apetito saludable), estás en un buen lugar emocionalmente.
Foto: Morguefile.com
Los comentarios se aprobarán antes de mostrarse.