por The Ayurveda Experience febrero 09, 2015
Hubo una época en la que solo leía novelas, relatos de ficción bellamente escritos sobre la vida de otras personas. Disfrutaba adentrándome en una época diferente, en un lugar lejano. Fue una distracción encantadora, a la que estoy seguro que volveré en algún momento. Ahora, sin embargo, exploro las historias desde una perspectiva muy distinta. Leo sobre cómo la narrativa de la vida de algunas personas, el reflejo de días, acontecimientos y relaciones que conforman su pasado, es fragmentada, dolorosa y, a menudo, oculta a su conciencia.
El trauma le hace esto a una persona. Cuanto más trauma ha sufrido una persona, más fragmentada se vuelve su historia.
En el libro El cuerpo lleva la cuenta, Bessel van der Kolk dice esto.
Lo que uno ve, el problema presente, a menudo es sólo el marcador del problema real, que yace enterrado en el tiempo, oculto por la vergüenza del paciente, el secretismo y, a veces, la amnesia (y, frecuentemente, la incomodidad del médico).
Esta frase me conmovió profundamente. Como practicante ayurvédica, soy muy consciente de mi llamado a ayudar a las personas a replantear su enfermedad o desequilibrio. Una erupción cutánea repentina, un patrón de sueño intranquilo y la incapacidad de conectar con la tierra son síntomas que nos indican qué hay detrás. Podemos aprender a aliviar la erupción con aceite de neem, beber leche tibia y especias para conciliar el sueño y practicar la meditación caminando para conectar con la tierra; sin embargo, estos remedios solo tratan el resultado de algo más que nuestro cuerpo está trayendo a la conciencia.
¿Cómo, entonces, encontramos la raíz de nuestra enfermedad? Una pregunta aún más importante es: ¿podemos empezar a sanar nuestro cuerpo sin comprender conscientemente todo lo que hemos vivido?
Para reflexionar sobre esto, les presento estas reflexiones de Bonnie Bainbridge Cohen, terapeuta y educadora. Ella describe el trauma y el estrés como formas de sobrecarga de información. Afirma además que, durante estos momentos angustiosos, el cerebro rechaza los impulsos y los devuelve a otras áreas del sistema nervioso central, donde se almacenan tanto en el tejido autónomo como en el somático. El sistema nervioso autónomo (SNA) regula la frecuencia cardíaca, la digestión, la frecuencia respiratoria, la eliminación de desechos y la excitación sexual, todas funciones corporales en gran medida inconscientes. El SNA también se encarga de la respuesta de lucha o huida. ¿Por qué es importante considerar esto?
El trauma, por su propia naturaleza, no crea una historia coherente y accesible a la que podamos acceder posteriormente. Dado que reside en nuestros tejidos y sistema nervioso, a menudo recordamos eventos traumáticos a través de nuestros sentidos. El olor de cierto perfume o un tufo a alcohol en el aliento de alguien pueden desencadenar una reacción. Ver a un niño interactuando con sus padres o ver una escena de una película puede causar pánico en un sobreviviente. Escuchar un ruido fuerte o una melodía musical puede transportar instantáneamente a una persona décadas atrás, a un momento y lugar inseguros. Las sensaciones corporales pueden ser recordatorios abrumadores de cómo se sintió uno durante un evento traumático.
Todos tenemos historias que nos ayudan a sanar; algunas son verbales y tienen una narrativa coherente, mientras que otras son más fragmentadas y se representan por cómo percibimos el mundo que nos rodea. Sin duda, explorar estas últimas requiere valentía, paciencia y tiempo. Les comparto algunas reflexiones sobre su experiencia.
Los recuerdos no siempre son precisos y, sin duda, no siempre están disponibles. Se cree que la memoria permanece perfecta hasta que se accede a ella por primera vez. Cada vez que recordamos, nuestro cerebro modifica ligeramente los detalles y terminamos con una versión diluida del evento real. ¿Te reconforta saber que tu sanación no depende de revisitar completamente tu pasado?
Deja que lo que sabes guíe tu vida actual. ¿Llevas un diario y podría ser una forma de explorar tus recuerdos? ¿Eres artístico y te atrae cantar o tocar música, pintar sobre un lienzo o bailar en tu sala? Quizás podrías practicar una forma de yoga centrada en el cuerpo. ¿Qué te atrae? ¿Qué pasaría si supieras que no tienes que ser bueno en esto ni hacerlo bien?
Quizás la cualidad más importante de un practicante ayurvédico es su capacidad para escuchar y ayudar a discernir lo que tu cuerpo te dice. Tu historia está escrita en tus células y se presenta de diversas maneras. Un término usado en Ayurveda es prajnaparadha , que se traduce como crímenes contra la sabiduría. En pocas palabras, ya sabemos qué nos cura y nos apoya, pero a menudo ignoramos esta sabiduría y seguimos nuestros sentidos por un camino diferente. Aprender a observar cómo te afectan los alimentos que consumes, las actividades que realizas y los entornos en los que vives es clave para crear una vida que fomente la salud en lugar de debilitarla.
Cada vez que decidamos descubrir aquello que nos da miedo o nos incomoda, la mejor manera de acompañar este camino es saber cómo retirarnos cuando ya no podamos más y necesitemos descansar. Antes de empezar a explorar, te sugiero que cuentes con al menos un amigo, un familiar, un profesional de la salud o un grupo que pueda servirte de red de seguridad. También puedes pensar en un espacio seguro donde puedas descansar sin preocupaciones. Puede ser un rincón en la naturaleza o tu bañera. También puede ser un lugar en tu mente al que puedas recurrir cuando te sientas desconectado.
Sí, saber cuándo desconectar de nuestro trabajo interior es tan importante como sentir que avanzamos. Te doy permiso para leer un libro ligero, ver una repetición o quedarte sentado sin hacer nada mientras tus animales se persiguen por la sala. Es invaluable saber que vales, ya seas productivo o estés recostado en el sofá recuperando el aliento.
A lo largo de mi vida, he leído muchas historias de personas que han superado lo inimaginable. Leo estas palabras autobiográficas porque me dan esperanza de que, al compartir nuestras historias con el universo, por imperfectas que sean, creamos espacio para una nueva vida y un presente más consciente. Les deseo bendiciones en su camino.
Foto: Chris Sardegna, Unsplash.com
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