Eres autocuidado: Cómo hacer y ser amor con recetas, conocimiento y verdad

No me malinterpreten. Me encantan los días de spa, los masajes, las pedicuras y cosas así, pero últimamente me resulta casi imposible encontrar tiempo para ello (la verdad es que nunca he tenido tiempo para ello en mi vida).

La cuestión es que, como muchos de nosotros, crecí creyendo que este tipo de actividades son lo que verdaderamente constituye el cuidado personal y que sin participar en ellas (aunque sea de vez en cuando), no podría realmente cuidarme.

No puedo expresar lo culpable que me ha resultado a lo largo de los años (sobre todo como profesional de la salud) admitir que rara vez me tomo tiempo para cosas así. Eso fue hasta que descubrí el Ayurveda.

Según el Ayurveda, el autocuidado es la base de la salud y la felicidad, pero en el fondo, no se trata tanto de lo que haces como de quién eres. ¿Qué?

Tengo una nota adhesiva en la pared que dice: «Eres autocuidado». La escribí yo.

Es un simple recordatorio para mí de que el autocuidado no se trata de hacer las cosas por inercia. Es un rasgo de personalidad, un punto de vista, una forma de ser en el mundo. Proviene de sentirse lo suficientemente digno como para tomar las medidas necesarias para ser la mejor versión de uno mismo. Y es una decisión que debes tomar en cada momento, porque para la mayoría de nosotros, el autocuidado no es algo fácil ni natural.

Así que, para cualquiera de ustedes (como yo) que encuentre difícil cuidarse a sí mismo, les ofrezco esto...

Formas sencillas de facilitar el autocuidado…

Pensar…

Tu forma de pensar sobre el autocuidado determinará tu actitud hacia él. Todo empieza por ahí, así que ¿por qué no empezar por ahí también? Aquí tienes un par de sugerencias…

Define lo que significa amarte a ti mismo

Esto podría ser tan simple como hacer algo bueno por ti todos los días, darte un respiro, un cumplido o celebrar tus logros (sin importar cuán grandes o pequeños sean). Sea lo que sea, la clave para cuidarte es saber qué es lo que te apasiona. ¡Inténtalo!

Pregúntate qué necesitas cada día. Escucha las respuestas (confía en ellas). Y luego asegúrate de obtener lo que necesitas.

Los recordatorios son lo que me mantiene cuerdo, ¿vale? Mi tablón de anuncios está lleno de ellos. Necesitamos que nos recuerden a menudo quiénes somos y qué necesitamos. Solo con ese conocimiento presente en la mente podemos tomar decisiones poderosas que nos ayuden a ser quienes necesitamos y queremos ser.

Vienen del amor

Uno de los secretos del autocuidado es lo que me gusta llamar "vestirte con tu traje de amor" (¡el mío es de terciopelo morado, es broma!). Imagina cómo se sentiría llevar gafas de amor todo el día. Ver amor en todas partes y tenerlo como contexto para todo lo que haces. Con el tiempo, cuando recibes suficiente amor por todas partes, se convierte en parte de ti, y ¡zas!, ¡lo entregas a ti mismo!

Hacer…

Para mí, el enfoque actual se centra en simplificar. Mi vida, mi lenguaje, mi alimentación y las acciones diarias que realizo para verme y sentirme lo mejor posible. Y cuando camino por el mundo con mis lentes de autocuidado, evito las cosas que me hacen daño (como los químicos y los prejuicios) y me atraen las cosas que irradian amor por quien soy (como los paseos junto al mar y los abrazos, ¡muchísimos abrazos!).

Así que aquí hay un par de cosas que estoy haciendo para expresar mi amor por mí en este momento...

Haz una crema hidratante casera

Como parte de mi esfuerzo por reducir los químicos, he empezado a elaborar mis propios aceites hidratantes (mi piel seca vata necesita hidratación casi constante). ¡Y además es súper fácil, lo que lo convierte en mi aliado ideal para el autocuidado! Esto es lo que hago:

Aceite Vata hidratante BlissBody

• 2/3 taza de aceite de almendras
• 1/3 taza de aceite de sésamo orgánico
• 10 gotas de aceite de lavanda
• 8 gotas de aceite de sándalo

Añade todos los ingredientes a una botella con tapa y agita suavemente hasta que se mezclen. ¡Y listo! Suelo poner la botella en la ducha y aplicarme el producto al final antes de secarme, enjuagar un poco y secarme ligeramente (¡dejando una capa sedosa de aceite que me mantiene hidratada durante el día!).

(Me gusta que tenga un aroma ligero así que siempre puedes agregar más si lo deseas).

Bebe cha, cha, chai

Para mí, chai significa "amor" en sánscrito (no es cierto, pero debería serlo). Preparar y beber chai se ha convertido en una forma de amarme a mí mismo (¡y a los demás!). Mi propia forma abreviada de decir "te amo". Así que aquí está mi receta:

Chai ayurvédico
Ingredientes:
1 taza de agua
1 taza de leche entera (de vaca, soja, coco o frutos secos)
2 cucharaditas de raíz de jengibre recién rallada
2 ramas de canela
3-4 cucharadas de clavos enteros
½ cucharada de vainas de cardamomo (normalmente unas 3)
1/8 cucharadita de nuez moscada
2 cucharaditas de hojas de té negro
Azúcar sin refinar, azúcar de caña o azúcar de coco al gusto

Preparación:
Añade el agua a una olla. Ralla 1 cucharada de jengibre fresco. Añade ramas de canela, clavo, nuez moscada y vainas de cardamomo. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 5 minutos. Agrega la leche y sube el fuego. Deja reposar hasta que el chai forme espuma hasta el borde de la olla y luego apaga el fuego o retira del fuego inmediatamente. Cubre la superficie con té negro. Remueve y deja reposar unos 5 minutos. Cuela en tazas y endulza. ¡Rinde dos porciones!

¡Que suene la música!

La música siempre me ha hecho sentir bien. Ya sea cantando, bailando, escuchando o todo lo anterior. Se ha convertido en algo más que un simple pasatiempo. Escuchar (y cantar) música que me hace sentir bien, tanto física como mentalmente, ahora forma parte de mi rutina de autocuidado. ¡Aquí les dejo algunas de mis canciones "medicinales"!