por The Ayurveda Experience febrero 21, 2016 1 Comentario
La salud en Ayurveda se caracteriza por la ausencia de síntomas. El sistema digestivo funciona correctamente, no hay alteraciones del sueño y nada interfiere con el flujo de energía durante el día. Todos tus sistemas operativos estarán en óptimas condiciones y gozarán de buena salud desde el punto de vista ayurvédico.
La salud es tener un estado mental feliz y satisfecho. Que analices tu situación vital y puedas elegir tu respuesta mental y emocional ante ella. No te dejarás llevar por tus tendencias, sino que podrás relacionarte con el momento presente de una manera apropiada.
En Ayurveda, la enfermedad se define como cualquier síntoma físico o mental, por leve que sea. Cualquier cosa que impida el funcionamiento completo y perfecto del sistema digestivo, cualquier cosa que impida el flujo fluido de movimiento, se considera, desde una perspectiva ayurvédica, una enfermedad.
Entonces, ¿cómo causamos esto? ¿Cómo creamos esta enfermedad en el cuerpo? La causa principal de la enfermedad es olvidar que no eres un dosha.
Un "dosha" es una falla. Un "dosha" es un problema. Un "dosha" es una energía que crea un desequilibrio. No eres "vata", "pitta" ni "kapha". Lo que eres está más allá de todo eso, pero tus tendencias te llevan al desequilibrio, y esas tendencias son "vata", "pitta" o "kapha".
La primera causa de la enfermedad se llama la conjunción malsana de los sentidos con sus objetos. ¿Qué significa esto? Cuando tienes frío, la conjunción saludable es calentarte. Cuando estás demasiado húmedo, la conjunción saludable es hacer algo que te seque. Cuando estás cansado, la conjunción saludable es permitir que tus sentidos descansen. Pero, ¿con qué frecuencia realmente hacemos esto? ¿Con qué frecuencia realmente obramos en contra de nuestras tendencias?
Cuando vivimos en sintonía con nuestras tendencias dóshicas, con nuestras preferencias, con aquello que decimos que nos gusta, podemos cometer una conjunción sensorial perjudicial. Obtenemos sabiduría a través de esto, la primera vez que ingerimos una sustancia perjudicial. No se sentirá bien en nuestro cuerpo, no tendrá buen sabor. ¿Recuerdas cuando eras niño y probaste por primera vez café o alcohol? No podemos creer que los adultos beban algo así. Lo escupen: «Esto es horrible», pero quizás, al traernos sabiduría, el sabor del objeto nos dice que no es apropiado para ti.
Cuando conoces el impacto de tu acción o inacción y decides actuar o evitarlo de todos modos, estás cometiendo un delito contra la sabiduría. Piensa por un momento: ¿hay algo en tu vida que harías aunque sepas que no te sentirás bien después? ¿Hay algo en tu vida que sabes que te beneficiará, pero que decides no hacer por alguna razón? Estos son tus propios delitos contra la sabiduría, y este pequeño espacio es donde puedes cambiar. Puede que no parezca fácil al principio, porque cambiar nunca lo es. Sin embargo, a medida que los resuelvas, a medida que comiences a hacer estos cambios, te sentirás mejor.
Todos queremos capturar la esencia de la juventud, y reconocemos que la manera de capturarla es dejando de robarnos la juventud. Es en nuestra juventud donde a menudo cometemos este crimen contra la sabiduría: nos la roban cuando necesitamos descansar y no lo hacemos. Cuando necesitamos calentarnos y nos refrescamos. Estas son las conjunciones malsanas de los sentidos.
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Rasayanam
noviembre 23, 2023
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