En países con poca luz solar durante el invierno, las personas pueden sufrir Trastorno Afectivo Estacional (TAE). El TAE suele comenzar en otoño y empieza a disminuir a medida que las horas del día se alargan en primavera. Este período puede durar de cuatro a seis meses, con baja energía, falta de motivación y tristeza.

Esta es una gran parte del año, por lo que si usted la padece o conoce a alguien que la padece, ¡es probable que esté buscando ayuda!

Aquí tienes tres técnicas espirituales y holísticas que puedes usar para ayudarte con el TAE. Aprendí estas meditaciones del sistema Ayurveda, que es tan antiguo que supera nuestro conocimiento, así que estoy seguro de que encontrarás alivio en ellas.

He probado y comprobado muchas técnicas como terapeuta holístico a lo largo de los años y estas son las tres más populares entre mis clientes que sufren de TAE.

1. Ama tu tercer ojo

El tercer ojo, o zona entre las cejas, es la sede de la glándula pineal. Según el Ayurveda, esta glándula almacena la energía solar. Regula los ciclos del sueño y equilibra los polos opuestos de la luz y la oscuridad. Cuando cuidas y amas este centro, notarás que tu mente se siente más optimista e inspirada.

Me encanta usar aceites esenciales de lima y vetiver para despertar y calmar la mente. También puedes usar solo rosa para despertar suavemente la mente o una gota de caléndula o marigold para traer la calidez del sol.

Masajea suavemente este espacio sagrado entre las cejas. Gira suavemente los ojos hacia arriba con los párpados cerrados para estimular el flujo de energía solar hacia tu mente, corazón y cuerpo. Disfruta de la reconexión con tu alegría.

2. Practica en la luz

Si practicas yoga o ejercicio, el Ayurveda recomienda practicar bajo el sol durante los meses de invierno. Busca el lugar más soleado de tu casa y asegúrate de tener la piel descubierta para absorber la luz. Practica tu savasana o postura de descanso cerca de la ventana más soleada, con la ropa más ligera con la que te sientas cómodo. Absorbe los rayos del sol.

3. Deja que entre el sol

¡Ésta es mi práctica favorita de SAD!

Siéntate frente a una ventana soleada o, si el clima lo permite, siéntate afuera mirando al sol. El sol naciente es el mejor momento para este ejercicio, pero si no eres madrugador, cualquier momento te servirá.

Levanta tu rostro hacia el sol y deja que su calor inunde tu tercer ojo. ¡Ahora, simplemente deja que fluya hacia ti! Visualiza el calor fluyendo por todo tu cuerpo, llenando tu mente y derramándose en tu corazón. Llénate y desborda con la cálida, inspiradora y vigorizante luz del sol. Susurra tu gratitud en tu corazón una y otra vez por esta iluminación.

Para amplificar la energía, puedes usar un cristal de fluorita. Sostén el cristal y mira el sol a través de él. Luego, cierra los ojos y siente la luz que danza a través del cristal hacia ti.

La fluorita te traerá los rayos de la inspiración y liberará la tristeza, y te sentirás renovado. ¡Qué hermosa danza de la naturaleza!

Que disfrutes de estos métodos para traer la luz a tu vida.

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