por The Ayurveda Experience septiembre 14, 2016
Se siente un poco extraño escribir un artículo sobre la salud infantil cuando no soy padre... Sin embargo, siempre he vivido con los hijos de otras personas y veo a muchos niños de todas las edades en mi práctica privada.
En mi experiencia, esto es lo que todos los padres desean en esencia. Sin embargo, esto, por supuesto, no siempre sucede; la vida inevitablemente tiene sus dificultades. Todos los padres, en algún momento, se enfrentan a desafíos inesperados con sus hijos. Ya sean problemas de salud como asma, eccema, alergias o intolerancias alimentarias; problemas de comportamiento o aprendizaje como TDAH o hiperactividad; o incluso un simple resfriado, fiebre o gastroenteritis. Es inevitable.
El Ayurveda se centra en la infancia y ofrece un enfoque sencilla pero profundo para brindarles a nuestros hijos el mejor comienzo posible. Una de sus ocho ramas, conocida como Kaumara bhritya , se centra específicamente en la salud pediátrica y el desarrollo infantil. Enseña que, para brindarles a nuestros hijos una base sólida para un cuerpo y una mente sanos, debemos comenzar desde las primeras etapas de la vida.
Se entiende que nuestras fortalezas y debilidades, tanto mentales como físicas, pueden transmitirse a nuestros hijos. Por lo tanto, es fundamental asegurarnos de gozar de la mejor salud posible antes de la concepción . Una vez establecida, esta base no solo le proporciona al niño un buen apoyo durante su crecimiento y desarrollo, sino que también sienta las bases para su salud mental y física como adulto.
Durante los primeros años de vida, la mente, el cuerpo, los tejidos y el sistema inmunitario aún son muy sensibles y frágiles, por lo que son muy susceptibles a cambios o traumas de cualquier tipo. La calidad de su crianza y su desarrollo hasta la madurez determinará en gran medida su capacidad para prosperar y resistir la adversidad a lo largo de la vida.
Teniendo esto en mente, el embarazo y el período de 40 días después del parto se consideran momentos especialmente valiosos.
Durante el embarazo, el niño come, oye y siente todo lo que hace su madre, por lo que toda la comida y las impresiones deben ser lo más amorosas y nutritivas posibles. Se recomienda tomar leche tibia, ghee, cereales integrales y zumos de frutas dulces entre comidas, así como descansar mucho y no trabajar ni estresarse demasiado.
Tradicionalmente, los cuarenta días posteriores al parto (el período «Sutika») son como un retiro, dedicados al descanso, la recuperación y el vínculo entre madre e hijo. Tanto la madre como el bebé reciben masajes diarios con aceites medicinales y, una vez más, deben descansar y no esforzarse en absoluto. Se recomienda encarecidamente la lactancia materna, si es posible.
Durante este período, la salud de la madre sigue siendo fundamental, ya que cualquier desequilibrio fisiológico que sufra (incluso una indigestión) se transmitirá al niño a través de la leche. El Ayurveda también ofrece recomendaciones específicas para el destete de los bebés con el fin de optimizar la digestión, la función inmunitaria y la salud general.
En las culturas tradicionales, las responsabilidades de la crianza eran mucho más compartidas y el apoyo familiar era abundante, por lo que lo anterior puede parecernos un poco idílico. En nuestra cultura, solemos compaginar el trabajo con las responsabilidades parentales, y corremos de un lado a otro para asistir a actividades extraescolares; la vida puede volverse increíblemente ajetreada y abrumadora.
Esta prisa es, en sí misma, mucho más perjudicial de lo que creemos. Especialmente en niños pequeños, puede generar sentimientos de inseguridad, ira o resentimiento, así como una sobreestimulación de sus delicadas mentes y sistemas nerviosos. Según el Ayurveda, esta es una causa directa de muchos de los problemas de comportamiento que desarrollan los niños.
En nuestra ajetreada sociedad occidental, se ha vuelto habitual recurrir a medidas para ahorrar tiempo, como alimentos procesados o de fórmula, cereales para el desayuno y comida para llevar. Parece que estamos tan ocupados que hemos olvidado lo que realmente necesitan nuestros hijos... ¿y qué necesitan?
Nuestro tiempo –
Cuando logramos bajar el ritmo y encontrar un ritmo más natural, podemos ver, sin ninguna confusión, que los niños se desarrollan básicamente con lo mismo que nosotros: alimentos integrales, sencillos y nutritivos, amor, afecto y un entorno cálido y acogedor. Estos proporcionan los elementos esenciales para el desarrollo de sus sistemas digestivo, nervioso e inmunitario; el alimento físico que sus pequeños cuerpos necesitan.
Al mismo tiempo, les proporciona un flujo constante de impresiones mentales saludables que nutren su sentido de identidad, que se desarrolla rápidamente. Un entorno seguro, enriquecedor y estable les permite desarrollar una visión del mundo que los apoya, los eleva y les infunde confianza en sí mismos y en los demás. ¿Y no es eso precisamente lo que deseamos?
Aunque las recomendaciones ayurvédicas no siempre son fáciles de implementar, incluso un pequeño paso en esta dirección es positivo. No solo nos ayudará a nosotros y a nuestros hijos a cultivar una mayor salud y satisfacción, sino que también nos animará a valorar y disfrutar del tiempo que pasamos juntos. Al fin y al cabo, ¡antes de que nos demos cuenta, serán adultos!
• Aceites de buena calidad como ghee, aceite de girasol o de oliva para nutrir su sistema nervioso.
• Leche de vaca o de cabra caliente, cocida y no homogeneizada.
• Granos integrales simples, cocidos y sin refinar
• Verduras y frutas recién cosechadas y cocinadas
• Use solo un poco de especia para ayudar a la digestión (cúrcuma, comino, cilantro, cardamomo, hinojo)… comience a comerlos temprano con pequeñas cantidades.
• Horarios de comida estructurados y una hora de dormir regular tan pronto como tengan la edad suficiente
• El tiempo en la naturaleza
• Alimentos procesados (latas, frascos, preenvasados)
• Harinas refinadas y azúcar
• Comida frita
• Pasta o salsa de tomate
• Alimentos muy salados o encurtidos
• Mantequilla de maní
• Queso de plástico
• Refrescos
• Alimentos fríos (bloques de hielo, helados, bebidas heladas)
• Jugos de frutas envasados (mejor frescos)
• Fruta envasada
• Yogures procesados
• Embutidos procesados (metwurst, jamón, etc.)
• Horarios de comida y de acostarse irregulares
• Exceso de tiempo frente a la pantalla, juegos de computadora y televisión.
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